BUCEO MANCHEGO: LAGUNAS DE RUIDERA

IBA A ESCRIBIR UN CRÓNICA, PERO DADO QUE ANA-R (COMPAÑERA DEL FORO) SE LO HA CURRADO TAN BIEN, ME LIMITARÉ A INCLUIR LAS FOTOS Y ALGÚN COMENTARIO...

 

El pasado sabado, dado el monazo bestial de nitrogeno que tenia el amigo soy_jacs y viendo que el mar aun le quedaba un poco lejos en tiempo y distancia, se le ocurrio que la forma mas socorrida de aplacar el ansia de nitrogeno era una escapada a las lagunas de Ruidera, y sin pensarmelo dos veces me apunte a lo que iba a ser mi primera experiencia de buceo en agua dulce. La verdad que no tenia ni idea de como podia ser aquello: la ausencia de sal, una fauna completamente desconocida para mi, visibilidad distinta...en general un entorno que nada tiene que ver con aquel al que estamos acostumbrados. Todo un cumulo de intrigas se me agolpaba en la cabeza pero en unas horas estas dudas sobre la novedad de bucear en lagunas se iban a ver despejadas.
Quedamos antes de las 8 de la mañana ya que el lugar en cuestion esta a dos horas de Madrid. Al llegar a Ruidera buscamos el centro, Ruiderabike, donde ademas de hacer inmersiones en las lagunas organizan actividades tales como rutas 4x4, senderismo o piragüismo para pasar un dia muy completito en un entorno privilegiado.
Tras hablar con los responsables del centro nos equipamos y nos dirigimos hacia nuestro primero objetivo: la laguna Colgada, que esta justo al lado del centro.
La Colgada es una laguna enorme, creo que la mas grande de todas, con un acceso muy comodo desde el punto donde nos encontrabamos, sobre un bordillo de cemento se apoya el equipo, nos metemos en la orilla y nos lo colocamos. Fue una sorpresa comprobar que tal y como nos habian informado, el agua no estaba fria (la verdad que yo tenia mis dudas al respecto). Una vez reunidos alli nuestro guia, Carlos, nos explico algunas pautas necesarias para este tipo de buceo referentes a la escasez de visibilidad y a las caracteristicas de un fondo fangoso que, en caso de hacer movimoentos bruscos llenaria todo de sedimentos, con lo cual tendriamos que poner especial cuidado en el aleteo, sobre todo en un par de cuevecillas en las que ibamos a entrar.

Entrada en la laguna...

Ana-R en plena bajada...

Carlos, nuestro instructor (siento que esta sea tu primera foto submarina ;-)

Y llego el momento, desinflamos los chalecos y nos sumergimos. Las primeras impresiones no se hicieron esperar: en el punto donde entramos la visibilidad era muy muy reducida aunque luego fue mejorando por zonas; cuando se aclaro el agua vimos que todo el fondo estaba tapizado de una especie de algas verdes muy esponjosas que simulaban un campo de algodon donde los bichillos aparecian y desaparecian; y lo mas cochante, el chaleco no se controla tan facilemente como en el mar. El ir, por un lado menos lastrados, por otro lado separados del fondo y a muy poca profundidad y el no ver en ocasiones donde estaba el fondo hacia que el control del chaleco fuera un poco complicado hasta que nos hicimos con el nuevo medio de agua dulce. Cuestion de acostumbrarse.

Ana

El bosque, visto desde abajo

Un blackbas

Y efectivamente habia que tener muchisimo cuidado con levantar sedimentos. Para probar la consistencia del sustrato me apoye con mucho cuidado sobre la arena y pude notar un lecho muy mullido en el que la mano se hundia con facididad.
El primer sitio a visitar fue una pequeña barquita hudida en la laguna, despues proseguimos nuestro recorrido y sobre el tapiz verde de las lagas vimos un lucio pequeñito y un poco mas atras otro mas grande. Hacia el verano se ven mas ejemplares de este animal, pero por lo menos no nos ibamos sin haber tenido un encuentro con el pez que todo el mundo espera ver aqui. Ademas de lucios habia unos cuantos “blackbass”, un pez que es su forma recuerda ligeramete al salmonete real pero mas alargado, como de unos 10 cm. y con coloracion pardusca clara y una linea que recorre su cuerpo longitudinalemnte. Ademas habia unos pececillos de figura redondeada con una aleta dorsal grande en proporcion al resto del cuerpo y con forma de cresta y manchas rojas y que iban en bancos pequeños. Y los cangrejos de rio. Donde quiera que mirasemos ahi estaban saltando por el fondo o propulsandose a media agua siempre hacia atras y amenazando con sus pinzas a cualquiera que se acerque. Es un animal muy valiente, se encaraba con nosotros en una actitud de lo mas bravucona y aunque su tamaño no superaba los 8-10 cm. ahi lo teniamos, en una actitud que recuerda mucho a la de los peces payaso defendiendo su anemona o a la de las castañuelas con su puesta.
En esta inmersion se visitan dos cuevecillas en las que el agua esta totalmente cristalina, simplemente encontrarse dentro de un lugar en el que parece que solo haya aire es un contraste curioso con el resto de la inmersion bastante mas turbia. En estas cuevas la temperatura descendio de los 17º a los que estabamos hasta los 14º pero la transparencia y el contraluz que contemplabamos al mirar hacia fuera hacian mas llevadero ese momento de frio. Y como curiosidad, una señal de trafico dentro de una de las grutas.

En general... yo

La famosa señal de tráfico, después de que yo removiera el fondo (así se ve...)

El entorno de las lagunas, PRECIOSO.

Al salir nos encontramos con un tronco muy ancho que subia hacia la superficie y que estaba rodeado de raices y ramas enredadas a su alrededor, una imagen inusual para quien nunca ha buceado en otro sitio que no sea el mar. Algunos troncos mas y la luz totalmente turquesa de ciertos tramos decoraban la curiosa escena que estabamos descubriendo. Terminamos el recorrido y afloramos a superficie por el mismo lugar donde habiamos entrado y con esa sensacion tan agradable que queda despues de bucear. En total habian sido 52 minutos a 10 m de profundidad maxima.

Para la segunda inmersion nos propusieron ir a La Batana, una laguna muy peculiar y de la que ya habiamos oido hablar muy bien, pero antes quedaban unas cuantas horas que aprovechariamos para comer y conocer un poco la zona. El entorno de Ruidera esta lleno de prados verdes, bosques que se reflejan en un agua absolutamente calmada como si de un espejo se tratara, cascadas en las que una laguna se vierte sobre otra y rincones que son auntenticos remansos de paz, perfectos para pasar un dia lejos del ajetreo de la ciudad. No hay mas que echasre a andar para dar con alguno de esos recodos y sobre unas piedras al borde del agua sacamos los manjares y montamos el imrpovisado comedor. No haciamos mas que escuchar unos ruidos muy raros entre la vegetacion que no sabiamos si eran patos, ranas o pajarillos (sospechamos que eran somormujos), desde luego no estabamos habituados a oir esos sonidos despues de quitarnos el traje y desmontar el equipo. Todo estaba resultando muy distinto ese dia: los graznidos de las aves acuaticas habian sustituido al de las gaviotas, el fango a la arena de playa, los bosques a los acantilados y en lugar del caracteristico olor a sal y yodo podiamos percibir el aroma de los pinos y la hierba fresca. El agua color turquesa que teniamos tan cerca invitaba al chapuzon, pero 17 grados con neopreno resultan muy llevaderos, en bañador ya es otra cosa. En lugar de darnos ese baño lo que hicimos despues de comer fue acercarnos a la laguna en la que ibamos a bucear mas tarde para echar un vistazo a lo que nos esperaba, y en superficie parecia bastante prometedora, toda una fila de arboles bordeaba las orillas hundiendo sus troncos en el agua entre cascadas, cañaverales y con un sol esplendido. ¿Seria igual de bonito bajo el agua? No ibamos a tardar mucho en descubrirlo y con lo bien que nos lo pintaron los del centro la espectacion iba en aumento.

Antes de bajar, en la Batana

Todo estaba bien...

Lo que Carlos definió, muy acertadamente, como algodón de azúcar...

Llegamos al centro y a eso de las 5 empezamos a preparar nuestro siguiente buceo en la laguna de la Batana. Esta laguna se comunicaba tiempo atras con la Colgada pero posteriormente las incomunicaron con lo cual el nivel del agua aumento 4 metros, quedando los arboles sumergidos algunos en parte, otros completamente. El acceso es algo mas incomodo que en la primera ya que hay que llegar al agua por una pequeña ensenada fangosa. Con mucho cuidado y enterrados hasta media pierna conseguimos ponernos las aletas y deslizarnos a la zona donde cubria. ¡Que impresion cuando meti la cara en el agua y vi un arbol con sus ramas ahi debajo! Y eso no era nada, lo que aun quedaba por ver iba a ser todo un impacto visual.

Al sumergirnos empezamos a evolucionar entre una maraña de arboles que cada vez se hacia mas espesa. El ambiente brumoso provocado por el lodo en suspension hacia que las formas de los torncos y las ramas retorcidas se mostraran difusas dandole un aire de misterio a todo lo que nos rodeaba, eran los espectros de un bosque encantado en el que se podia casi percibir el alma latente de los arboles sumidos en su eterno letargo, daba la sensacion de que, tras nuestro paso, algun ser fantasticovigilaba nuestros movimientos. Un tronco tirado en el fondo estaba cubierto por una capa muy fina de arena que le daba un aspecto petreo, con las rugosidades de la corteza completamente definidas pero de color gris. Otro tronco perteneciente a un arbol aun en pie nos sorprendio por su gran diametro. Mas adelante encontramos un monton de tallos de madera que surgian del suelo podridos por la humedad, era como sobrevolar un campo de batalla en el que solo quedaran en pie los restos de las empalizadas. Y la sorpresa de la inmersion, la escena mas increible: de las ramas de muchos arboles colgaba una especie de velo verde de aspecto muy delicado que recordaba al algodon dulce que venden en las ferias pero estirado en jirones y en perfecta ingravidez. La vision inerte de aquellos arboles cobraba vida de repente cuando deplegaban sus gasas de verde brillante ante nuestra mirada incredula. Parecia un sueño en el que volabamos, subiamos, bajabamos, nos perdiamos entre el entramado caotico del bosque sumergido. Y como no podia faltar la sorpresa final, tuvimos la suerte de encontrarnos con un lucio enorme, mas de medio metro de animal, muy confiado ademas que merodeaba por la maraña de troncos y raices.

El paisaje del bosque sumergido.

Falsa alarma... esta no era la salida.

¿Otro blackbas?

Soy_jacs pudo hacerle una foto, pero solo una ya que era la ultima del carrete, por lo menos se lleva el recuerdo del pez protagonista de estas aguas. Y como no, montones de cangrejos que levantaban una nubecilla de arena en cada salto.
Con tanta maravilla de sensaciones el paseo subacuatico se prolongo hasta los 72 minutos, que pedazo de inmersion! Una vez en superficie Carlos nos señalo el recorrido que habiamo hecho y no era corto precisamente. La profundidad maxima fue de 8 m y el agua a 17º sin variaciones de temperatura.

Mi amigo, el lucio... Lástima de carrete...

Y llega el momento de recoger todo y despedirse de la gente de ruiderabike. Gracias a ellos pasamos un sabado de lo mas agradable y disfrutamos de un lugar que bueno, no sera el mar pero no por ello deja de ser interesante, no esta de mas conocer un buceo tan diferente y que solo tenemos ocasion de realizar en lugares de interior. Yo personalmente lo recomiendo a cualquera que se anime a acercarse a Ruidera, porque ademas de ser una experiencia distinta y muy bonita es apta para todos los niveles dada la ausencia de corrientes y oleaje y por la escasa profundidad. De hecho estoy dispuesta a repetir, y no pierdo la esperanza de toparme bajo los parajes perdidos de la Mancha con un Quijote luchando contra los gigantes imaginarios que extienden sus alas verdes bajo las aguas.
Un saludo y ya sabeis...solo a dos horitas de Madrid, y para los que esteis mas lejos, escapadita de fin de semana!! Buena burbujas a todos, saladas o dulces!

Estas fotos me las han mandado los compañeros de ruiderabike... junto con el bañador que me dejé en el centro. ¡¡qué cabeza!!

Peacho atardecer, de Carlos explotando las opciones de la cámara digital.